Quevedo
 
  A un avariento
  A la mar
  A un hombre de gran nariz
  Definición del amor
  A una adúltera
  A un médico
  Amor constante más allá de la muerte
  Letrilla lírica
  Letrilla satírica
  Poderoso caballero es don dinero
A la mar

La voluntad de Dios por grillos tienes,
Y escrita en la arena, ley te humilla;
Y por besarla llegas a la orilla,
Mar obediente, a fuerza de vaivenes.

En tu soberbia misma te detienes,
Que humilde eres bastante a resistilla;
A ti misma tu cárcel maravilla,
Rica, por nuestro mal, de nuestros bienes.

¿Quién dio al pino y la haya atrevimiento
De ocupar a los peces su morada,
Y al Lino de estorbar el paso al viento?

Sin duda el verte presa, encarcelada,
La codicia del oro macilento,
Ira de Dios al hombre encaminada.

 
   
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